Obed N Munoz

Aprende haciendo, aprende enseñando

Si, si podemos hacer una diferencia

Lectura De 6 Minutos

Todos queremos ser bendecidos. Todos queremos vivir vidas en paz y con mucho gozo y alegría. Lo interesante es que por mas esfuerzos que enfoquemos para logarlo, humanamente, nunca lo lograremos. Pero, hay una buena noticia, La Palabra de Dios nos instruye sobre cómo podemos ser verdaderamente bendecidos en un mundo tan incierto y difícil de entender.

Quiero partir de un pensamiento que meditaba en mi devocional hace algunos días sobre el capítulo 3 del libro de Proverbios y deseo compartirte 5 principios de La Palabra de Dios para vivir en bendición. Esto no es la fórmula de la bendición que solo se hace una vez y seremos bendecidos para siempre, estos principios o claves son constantes aún y a pesar de las muy probables pruebas o dificultades que vendrán, si perseveramos en ellos hasta el fin, veremos la recompensa.

1. Guarda La Palabra de Dios en tu corazón

Proverbios 3:1-2

Este mismo pasaje trae a mi memoria Josué 1:8. El guardar la Palabra de Dios en nuestro corazón trae muchos beneficios, no solo espirituales, si no también físicos (nuestro cuerpo y nuestro entorno). En el libro de Josué nos habla de que nuestro camino será prosperado y todo nos saldrá bien. Yo creo que todos queremos que nos valla bien en todo, la clave esta en guardar La Palabra de Dios en nuestros corazones. Hace un par de semanas, en nuestro estudio bíblico de los Jueves platicamos del poder de La Palabra Escrita de Dios, La Biblia, que especial es saber que tenemos tal recurso a la mano y que nos ha sido revelado cuando venimos a Cristo.

El resultado de una vida constante en La Palabra de Dios es “largura de días y años de vida Y paz te aumentarán”. Cuantos quisieramos vivir un poco más o que nos nuestros días fueran suficientes para lo que queremos logar. Y no solo buscamos vivir más, queremos vivir en paz. Esta paz solo es posible si guardamos La Palabra de Dios en nuestro corazón. Esta paz es SOLO posible a través de Cristo quién provee La Paz que sobrepasa todo entendimiento humano y que es duradera, no perece con el tiempo (Filipenses 4:7, Juan 14:27).

2. Nunca te apartes de la misericordia y la verdad

Proverbios 3:3-4

Qué difícil hoy es encontrar gente misericordiosa y veráz. Hemos llegado a un punto donde nuestra sociedad a perdido el sentido de la misericordia y lo mismo da ver a una persona en sufrimiento que cualquier otra cosa. La constante decadencia del ser humano y su alejamiento de todo lo que Dios establece en Su Palabra le ha hecho un cada vez mas falto de misericordia y verdad.

La Palabra de Dios nos llama a ser misericordiosos así como Dios es misericordioso y nos sigue perdonando, así nosotros seamos misericordiosos con aquellos que lo necesitan, no importando su condición. Sigamos la verdad, que en nuestro corazón siempre este guardar y hablar la verdad. Al hacerlo encontraremos gracia y buena opinión, primero, delante de Dios y por consecuente los hombres también reconocerán a alguién diferente que es misericordioso y siempre anda en la verdad. Que gloriosa manera de testificar la gran misericordia de Dios y la verdad que es en Cristo.

El ser misericordioso y andar con la verdad no traerá muchas bendiciones.

3. Confia en Dios y no en tu propia prudencia

Proverbios 3:5-6

¿Cuántas veces hemos confiado en nuestra propia prudencia? creo que la respuesta es díficil de responder porque hemos perdido la cuenta de las veces en que hemos confiando en nuestra propia inteligencia o recursos para emprender algo y en la mayoría de veces hemos fracasado.

El confiar en algo falible o cambiante como lo es nuestra mente resulta en serios problemas. Nuestros pensamientos y emociones cambian constantemente de acuerdo a las circunstancias. Hay una buena noticia, Dios no cambia, Dios es el mismo ayer, hoy y siempre. Podemos estar seguros que si confiamos en Él, nuestro camino será certero. Nuestra tendencia humana podrá descarrilarse en ciertas áreas, pero si volvemos a confiar en Dios, nuestras veredas serán enderezadas por Dios.

Confía SOLO en Dios, confía en Dios y Él hará (Salmo 37:3-5).

4. No seas sabio en tu propia opinión.

Proverbios 3:7-8

Hoy en día es fácil expresar nuestro punto de vista ante cualquier situación, y, esto es bueno, gracias a Dios vivimos en un país donde gozamos de libre expresión. Pero, muchas veces creemos tener todas las respuestas o al menos tener la respuesta correcta a lo que esta pasando a nuestro alrededor, y esto, basado solo en lo que hemos visto u oído y que no necesariamente hemos tenido un acercamiento real a ello.

Muchas veces tomamos información de aquí y de alla y creemos que tenemos el suficiente contexto para resolver el problema que no han podido resolver un sin número de expertos en la materia. La verdad es que todos hemos creído ser sabios en nuestra propia opinion, el problema con esto es que generamos mas polémica y confusión. Y esto es por 2 factores principales: primero, no tenemos el suficiente conocimiento ni acercamiento al problema para poder definir una postura confiable. Segundo y más importante sobre todas las cosas, solo Dios tiene todo el contexto y conoce las verdaderas intensiones del corazón.

Sin duda, la mejor fuente de verdad y sabiduría es Dios, solo Dios podrá darnos la respuesta apropiada. Y aquello que no ha sido revelado, ha sido así para nuestro propio bien. Temer a Dios y apartarse del mal significa no dar oído a lo que el mundo esta hablando, significa ser diligente a lo que Dios dice en Su Palabra, esto será la medicina correcta para nuestro cuerpo y nuestra fortaleza.

Una vida fundada en el temor de Dios es una vida bendecida (Proverbios 1:7).

5. Honra a Dios con tus bienes

Proverbios 3:9-10

Finalmente, una vida en bendición es aquella que honra a Dios con sus bienes. ¿Cuáles son los bienes que tenemos? o más bien, ¿cuáles son esos bienes que Dios ha puesto en nuestras manos? Si partimos de esta segunda pregunta podemos entender que los bienes que poseemos le pertenecen a Dios y habremos de honrarle con ellos.

En 1 Crónicas 29:14 dice de lo recibido de tu mano te damos, no es que Dios necesite de nuestros bienes, pero al despojarnos de ellos y no darle honra a los bienes, represanta algo agradable a Dios.

Honrar a Dios con nuestros bienes es un principio de bendición y también es algo en lo que Dios ha dicho que le probemos y veremos la gran bendición que vendrá sí lo hacemos (Malaquías 3:10).

Quiza has escuchado la historia de la viuda que dió lo único que tenía para su sustento (Marcos 12:41-44), Jesús expresó que ella había dado más que todos porque ella había dado con un corazón sincero y agradecido delante de Dios.

Honrar a Dios con nuestros bienes resulta en abundancia, gozo y alegría en nuestro Señor. Y esto es: una vida bendecida.

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